domingo, 8 de junio de 2008

Sistema nervioso autónomo

Las calles que van y vienen de tu ciudad constituyen el sistema nervioso periférico. El sistema nervioso periférico está formado por los nervios. Esta red de nervios comunica el encéfalo y la médula espinal con el resto del cuerpo. Los nervios llegan a todas partes. Están formados por las dendritas y los axones de las neuronas, y se distribuyen por todo tu cuerpo.

¿Cómo se transmite la información por el sistema nervioso?

De la misma manera que cuando entras en Internet los mensajes circulan desplazándose desde un punto a otro de la red, toda la información que procede del interior y del exterior de nuestro cuerpo circula por una red de neuronas.

Los mensajes que circulan por tu sistema nervioso son impulsos eléctricos y químicos que se transmiten de una neurona a otra. Viajan por los nervios hasta el sistema nervioso central ¡La velocidad con que lo hacen es espeluznante! El sistema nervioso central recibe los mensajes de muchas neuronas. Los interpreta y envía su respuesta.

Imagina que una neurona recibe un estímulo, por ejemplo, un mensaje que procede del exterior de tu cuerpo, ¡un olor estupendo a pastel! La neurona transforma este olor en un impulso eléctrico y químico. Este impulso se envía hacia otra neurona y finalmente llega al sistema nervioso central. El sistema nervioso central lo interpreta y envía su respuesta. La respuesta es una orden, ¡meter el dedo en el pastel para probarlo! La neurona que recibe este mensaje ordena a los músculos de la mano que muevan ese dedo.

Hay muchas células nerviosas capaces de recibir un estímulo. Los órganos de los sentidos como los ojos, los oídos, la lengua, la nariz o la piel tienen células nerviosas especiales que recogen información del exterior y la envían al sistema nervioso central. Además, existen otras células nerviosas que envían mensajes que contienen información de tu propio cuerpo.

Como ya hemos visto, el sistema nervioso central recibe los mensajes de todo lo que ocurre en el interior y el exterior de tu cuerpo a través de los nervios.

Los nervios pueden ser sensitivos o motores dependiendo de la dirección del mensaje.

* Los nervios sensitivos llevan los mensajes desde los órganos hasta el sistema nervioso central (el encéfalo y la médula espinal). Por ejemplo, el nervio de tu oído lleva información al cerebro de los sonidos que recibe.
* Los nervios motores llevan los mensajes desde el sistema nervioso central (encéfalo y médula espinal) hasta los órganos o hasta los músculos. Por ejemplo, ordena a los músculos de tus piernas que se muevan para poder bailar.

Los mensajes llegan por los nervios sensitivos al sistema nervioso central. El sistema nervioso central “estudia” estos mensajes. El sistema nervioso central envía las órdenes a través de los nervios motores. El sistema nervioso autónomo o vegetativo.

¿Te has parado a pensar que respiramos sin darnos cuenta? Pues bien, hay unos nervios por los que discurren unos mensajes un poco especiales. Estos mensajes controlan funciones de órganos como el corazón o los pulmones que nosotros no podemos controlar a nuestro gusto. Funciones involuntarias que se gobiernan desde el sistema nervioso central pero de las que no somos conscientes, como la respiración, la digestión o el ritmo del latido del corazón. Estos nervios forman el llamado sistema nervioso autónomo o vegetativo.

El sistema nervioso autónomo rige las funciones de la vida vegetativa, es decir, de aquella que se desarrolla fuera de nuestra voluntad. Está formada por dos cordones de fibras nerviosas que se extienden a ambos lados de la columna vertebral. Alo largo de estos cordones se encuentran unas especies de nudos, llamados ganglios. Constituidos por neuronas de las que parten nervios que son tanto sensitivos como motores. Algunos de estos nervios se unen a la médula espinal, otros en cambio alcanzan las vísceras:: corazón, vasos sanguíneos, estómago, intestino, riñones, vejiga y glándulas diversas.

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