DEFINICIÓN
Pueden ser definidos como sustancias cuya acción consistiría en inhibir la tasa de oxidación de los nocivos radicales libres (disminuyen las defensas, producen daño celular con la posibilidad de producir cáncer, arteriosclerosis y envejecimiento). Hay antioxidantes naturales (fisiológicos), presentes en nuestro organismo, o sintéticos. Dentro de cada grupo, los antioxidantes pueden ser enzimas que aumentan la velocidad de ruptura de los radicales libres, otros que previenen la participación de iones de metales de transición en la generación de radicales libres y los inactivadores o barredores ("scavengers") y de esa manera protegerían de las infecciones, del deterioro celular, del envejecimiento prematuro y, probablemente, del cáncer.
¿QUÉ SON?
Son un grupo de vitaminas, minerales y enzimas que protegen nuestro cuerpo de la formación de estos radicales: cuatro enzimas los neutralizan en el organismo naturalmente y son la superóxido dismutasa, metionina reductasa, catalasa y glutation peroxidasa. El cuerpo las produce pero, la acción de estas enzimas barredoras, pueden ser suplementadas por una dieta rica en antioxidantes como las vitaminas A, E y C, el Selenio, el Zinc, entre otros nutrientes.
Si tu dieta es insuficiente en estas sustancias o si tu sistema tiene un exceso de radicales libres (en otro artículo hablé de qué situaciones los aumentan) deberías tomar algún suplemento para destruir los agentes oxidantes. Vamos a comentar alguno de estos antioxidantes:
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Superóxido dismutasa (SOD): enzima que se encuentre dentro de las células. Remueve los radicales superóxidos. Necesita la presencia del Zinc.
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Catalasa: esta enzima remueve el peróxido de hidrógeno.
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Glutatión peroxidasa: esta enzima intracelular contiene Selenio, remueve los radicales peróxidos. Es detoxificante.
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Ácido ascórbico (Vitamina C): antioxidante soluble en agua (hidrosoluble) figura en primera línea en la defensa antioxidante del plasma; es un poderoso inhibidor de la oxidación de los lípidos. Regenera la Vitamina E. Protector de los efectos del tabaco.
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Citroflavonoides: eficaz su uso en conjunción con la Vitamina C a la que aumenta su capacidad antioxidante. La hesperidina y la rutina son dos de ellos.
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Tocoferol (Vitamina E): principal antioxidante, soluble en lípidos (liposoluble), previene la oxidación de las grasas; aumenta su acción en presencia del Zinc.
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Beta caroteno (provitamina A) y Vitamina A: el beta caroteno se convierte en nuestro organismo en la Vitamina A, es un poderoso antioxidante liposoluble. No conviene el uso del beta caroteno en fumadores.
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Coenzima Q 10 (ubiquinona): disminuye con la edad y en la esclerosis múltiple.
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Ácido gama linoleico (GLA): es una ácido graso esencial, regula la función de los linfocitos T, responsables -entre otros elementos- de las defensas de nuestro organismo.
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Zinc: mineral antioxidante que interviene en el metabolismo de la SOD y de la Vitamina E, entre otras funciones.
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Selenio: otro mineral antioxidante importante para la acción de la enzima glutation peroxidasa y de la vitamina E.
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Glutatión: poderoso antioxidante que protege contra los efectos dañinos de metales pesados, tabaco y alcohol.
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L- cisteína: aminoácido necesario para producir el Glutatión.
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Ácido tióctico: también es un importante protector hepático.
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Melatonina: activo y poderoso antioxidante, además de ser un cronobiótico regulador fisiológico del sueño.
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Ginkgo biloba: hierba china de la cual hemos hablado en esta sección.
¿EN QUÉ FUENTES SE LOS ENCUENTRA?
SELENIO (o selenium):
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Levadura de cerveza
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Vegetales (brócoli en particular)
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Arroz integral y otros granos
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Ajo y cebolla
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Salmón, atún, pescados en general
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Lácteos
ZINC (Zn):
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Pescados
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Legumbres
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Carnes
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Granos integrales
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Levadura de cerveza
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Yema de huevo
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Hongos
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Semillas de zapallo, girasol, sésamo
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Porotos de soja
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Almendras, nueces, avellanas
SOD:
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Trigo y centeno integrales
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Plantas verdes
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Zapallo
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Crucíferas
VITAMINA E:
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Aceites vegetales prensados en frío (oliva, girasol, maíz, etc.)
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Cereales integrales
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Germen de trigo
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Semillas y oleaginosas
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Legumbres
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Avena arrollada
Precauciones: no dar altas dosis en hipertensión arterial, en diabetes o hipertiroidismo; no conviene asociarla con hierro.
COENZIMA Q10:
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Caballa, salmón, sardinas
VITAMINA A Y BETA CAROTENO:
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Vegetales verdes (espinaca, acelga) y amarillos (zapallo, batata, calabaza)
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Crucíferas
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Damascos y duraznos
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Zanahorias
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Ajo
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Perejil
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Espirulina (alga de agua dulce)
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Hígados
Con la vitamina A hay que tener cuidado de la hipervitaminosis; en cambio el beta caroteno no da este cuadro, pero no conviene darlo en los fumadores. Los diabéticos y los hipotiroideos deberían evitarlo porque no convertirían el beta caroteno en Vitamina A.
VITAMINA C:
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Vegetales verdes
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Perejil
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Cítricos
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Kiwi
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Rosa mosqueta
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Acerola (se puede tomar como jugo en Brasil: ¡junto con jugo de naranja es exquisito!)
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Frutillas
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Tomate
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Crucíferas
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Mate
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Brotes de soja
CITROFLAVONOIDES:
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Blanco del pomelo y la naranja (hollejo)
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Uvas
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Melón
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Ciruelas
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Rosa mosqueta
GLA:
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Aceites vegetales de 1ra presión en frío o algunos que se consiguen en cápsulas como el de prímula (Evening Primrose Oil)
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Espirulina
¿ALIMENTOS O SUPLEMENTOS?
Como conclusión podemos decir que si tu dieta es rica en estos nutrientes tendrías una mayor protección y no necesitarías suplementar pero si, como suele suceder con las dietas habituales del mundo moderno, tu alimentación es monotemática, poco variada o estás en una etapa de mayor requerimiento: crecimiento, actividades deportivas intensas, embarazo, envejecimiento, podrías estar carente de ellos; deberías efectuar, entonces, un aporte suplementario de las sustancias que un profesional evaluará de acuerdo a tus necesidades. Ganarás en la prevención, aumentando tus defensas ante el estrés -externo e interno- del organismo, previniendo diversas patologías.
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